Los hijos son pequeños maestros, nos señalan un camino para aprender
de grandes. Si confiamos en ellos, con trabajo, amor y dedicación,
podemos crecer junto a ellos.

Podemos decir que ser padres es una experiencia única y enriquecedora que nos hace sentir plenos y felices y que nunca sentimos un amor tan grande como el que se siente hacia un hijo. Pero esta sería “la mitad del cuento”. Ser padres es una de las tareas más difíciles que nos toca desempeñar y muchas veces nos sentimos desbordados, desconcertados y angustiados.

Pero también, ser padres nos pone continuamente en situaciones de aprendizaje y nos obliga a revisar nuestras propias conductas e historias -como hijos. Lo que sucede con nuestros hijos, nos exige interpelarnos, buscar estrategias y recursos de comunicación para acercarnos a ellos. Es un gran desafío hacerlo, no muy sencillo, pero si logramos podemos sanar y reparar algo de nosotros mismos. En definitiva, no hay nada más amoroso que comprometerse a trabajar y cambiar en función del bienestar de nuestros hijos y aquella familia que deseamos construir.

La orientación a padres se abre aquí como un espacio terapéutico de escucha, comprensión y apoyo donde pueden expresar sus emociones, temores y dudas acerca de sus hijos y la crianza. No hay “tips” o “fórmulas” rápidas que nos digan qué hacer (si las hubiere, en lo personal desconfiaría de ellas). Propongo que trabajemos en forma conjunta pensando y construyendo estrategias para resolver y afrontar los conflictos porque cada familia debe buscar su modo singular de responder a sus hijos.

Asistimos a una época en la que los niños ya no creen que los adultos “saben” y tampoco temen a que se enojen. La crianza de nuestros hijos debe ser pensada en coordenadas muy distintas a la manera en que fuimos criados nosotros, nuestros padres y abuelos. Como padres, es interesante pensar en las formas de crianza recibidas y el efecto de lo transgeneracional. La falta de límites, la pregunta por la crianza, la incidencia de los dispositivos y pantallas en la infancia, la falta de juego, los niños como consumidores potenciales, son problemáticas que trasformaron las consultas de los padres en los últimos tiempos. Esto hizo que debiera reinventar mi práctica y pensar nuevos dispositivos.

En este sentido, trabajo enfocada a construir nuevos modelos basados en la autoridad y la firmeza afectuosa, en el dialogo apoyado sobre el respeto y el amor. Padres que ejerciten la conciencia y la regulación emocional y que puedan extender este saber a sus hijos. Adultos que practiquen una actitud reflexiva y autocrítica y, que a la vez, incluyan a los hijos en la búsqueda de soluciones. Afectuosos, coherentes en sus mensajes, sepan poner claros límites a las agresiones o el maltrato en la comunicación y fomenten la escucha y el diálogo con los hijos.

¿Que problemáticas te puedo ayudar a superar?

Comunicación familiar
Límites, normas y autoridad positiva
Enojos y frustraciones
Problemas de apego y vínculo
Resolución de conflictos familiares o entre padres-hijos
Asesoramiento en crianza: sueño, alimentación, uso de pantallas y redes sociales, etc.
Conflictos en la adolescencia
Asesoramiento y seguimiento tras divorcio o separaciones

¿Cómo te puedo ayudar?